Riu destaca el enorme valor de las fuentes escritas medievales a la hora de investigar el pasado, mas ahora con el despertar del interes por la arqueologia medieval. A traves de dos ejemplos extraidos de la labor investigadora de Carmen Orcastegui con sus estudios sobre la Cronica de San Juan de la Pena compuesta entre 1369 y 1372 a instancias de Pedro IV de Aragon donde se recogen noticias de otras cronicas anteriores referentes a la historia de Navarra, Aragon y Cataluna; y la Cronica de los Reyes de Navarra, dirigida por el Principe de Viana y redactada por dos colaboradores suyos entre 1453 y 1455, se aprecia como estas fuentes sirven para localizar fortalezas, sepulcros, armas, joyas, o incluso para realizar estudios referentes a la repoblacion y esperanza de vida de un lugar y epoca concretos