Pasamar realiza un analisis de la figura del familiar en el Santo Oficio, como intermediario entre el Tribunal y la poblacion para detectar la herejia. El origen de esta figura se encuentra en la Edad Media, cuando el inquisidor se rodea de hombres armados a los que considera como miembros de su familia que le acompanan en sus principales misiones y le defienden en caso de peligro. En Aragon, aunque se desconozca su origen exacto, surgiria con la inquisicion eclesiastica o papal ligados a los dominicos de cuyas filas se elegian a los inquisidores. Para ser familiar habia que cumplir una serie de requisitos tales como acreditar la limpieza de sangre, ser una persona ejemplar, ser hijo legitimo y mayor de 25 anos, no ser extranjero, tener cierta cultura (leer y escribir), no ser eclesiastico ni tampoco comerciante, aunque siempre hubo alguna excepcion. Del mismo modo, tenian unas obligaciones que cumplir que les conferian una serie de derechos y beneficios como la facilitacion de la salvacion de su alma por medio de bulas, el poder llevar en todo momento armas ofensivas y defensivas, y la exencion total o parcial del pago de los gastos de la guerra, aunque el mas importante era someterse a la jurisdiccion inquisitorial. El numero de familiares y sus redes crecio progresivamente, es en la segunda mitad del siglo XVII cuando la evolucion se convierte en recesiva. Finalmente, el autor ofrece una serie de ejemplos que dan muestra del rechazo social que provocaba esta figura. Si desea consultar la version electronica de este articulo, pulse aqui