Se valora y analiza la entrada y la evolucion del drama liturgico en Espana, uno de cuyos puntos de partida hay que localizar en Zaragoza. Su desarrollo es paralelo al de Cataluna y, en cambio, distinto del resto de la Peninsula, es decir, de Castilla. En estas regiones se usaba el rito romano, reformado por Carlomagno. En los tropos oscenses la presencia francesa se deja sentir en tropos especificos para cada etapa de la liturgia. La catedral de Huesca acogio muchas de estas celebraciones
Lugar de publicacion original: Toronto