Aunque este libro se ocupa del teatro espanol en general, en el encontramos algunas referencias a autores o textos aragoneses, como Jaime de Huete (o Jaime de Guete), quien en su Comedia Tesorina (1551) demuestra un marcado caracter anticlerical de denuncia y critica, comparable a las quejas contra el monopolio del Estado de algunos de sus contemporaneos. Sin embargo, los jesuitas, cuyos colegios en Zaragoza se fundaron en 1547, contribuyeron con sus representaciones con intencion pedagogica a la riqueza del teatro. En sus comedias de santos puede verse el germen de los corrales lopescos. En la capital aragonesa la primera referencia a un corral no llega antes de 1588. Los lugares para colocar la escena son variados (almacenes de frutas y verduras o pescados), y en Zaragoza, como en otras provincias espanolas, llega a colocarse en el patio de un hospital (Hospital de la Santa Gracia)
Lugar de publicacion original: Madrid