La actividad literaria de los moriscos reflejaba sus tensiones con los cristianos. Las victorias sobre aquellos se celebraban con algarabias, bailes e, incluso, corridas de toros. En este sentido es especialmente interesante la representacion del Auto de la destruycion de Troya y de la Comedia pastoril de Torcato por los moriscos de Borja, donde el festejo acabo en un proceso inquisitorial, algo que, por otra parte, no era nada extrano