Perteneciente al llamado humanismo hispano, elitista y cristiano, Palmireno forma parte del grupo de latinistas aragoneses injustamente olvidados. Su vida estuvo vinculada a la Universidad de Valencia, donde destaco por la defensa de un humanismo pedagogico-moral (universal, integral y ortodoxo). Se repasa brevemente su biografia y su formacion academica. Pero es en su faceta como pedadogo en donde mas se insiste: su trabajo se aborda desde presupuestos teleologicos y antropologicos, donde subyace la idea de como hablar bien, como saber bien y como obrar bien (virtud). En este contexto la meta del pedagogo conllevara letras, buena fama y buenas obras. Para la consecucion de tales objetivos se propone la formulacion de una serie de mecanismos curriculares, que vienen recogidos en lo que llama Enciclopedia y organizados en una especie de Vocabulario del Humanista. En el fondo son una reivindicacion de la Historia, eje entorno al cual debe girar la ensenanza y, sobre todo, el latin. “En definitiva, su pedagogia se sirve de la lucha ascetica como medio y tiende en su fin a una axiologia, ciertamente, marcada por la Trascendencia. Su didactica es activa, intuitiva y moral.” (p. 102)