Las cartas personales de Antonio Agustin, en las que muestra su interes por los grandes juristas y maestros universitarios, permiten conocer su evolucion personal, los acontecimientos de su tiempo, su deuda con el magisterio de Alciato, Parisius, Socinus, Gozadinus, Berohus o Alexandrini y su interes por el estudio y la practica de la lengua griega, como lengua viva. Otras vertientes de su estudio fueron los grandes descubrimientos arqueologicos de su tiempo, siempre ligados a la tradicion humanistica italiana; siguio, asimismo, la tendencia general de la sociedad de la epoca a equiparar Espana con Roma, al modo de Lucio Marineo Siculo
Lugar de publicacion original: Madrid