Se analizan los episodios de la primera jornada del Decameron y la tradicion de los exempla de mendicantes, comparando las diferentes maneras en que intentan influir en el comportamiento moral. El Decameron revela una crisis en la tradicion ejemplar, en un momento en que se percibe la fragilidad de la clerecia, y opta por una nueva forma de narrar problemas morales a unos lectores mas escepticos. El exemplum sirve de esqueleto al Decameron, pero se trata su tradicion con ironia, remarcando la subjetividad de la percepcion de la verdad moral. Las sutiles relaciones entre el narrador y el protagonista, y entre este y los receptores muestran un modo nuevo de comunicar que tiene en cuenta a un lector con capacidad de escuchar