Egido estudia le presencia de las caras del tiempo y de emblemas de la pobreza en La escoba de la bruja de Luis Mateo Diez, el tercero de los relatos que componen Los frutos de la niebla. En el, la pobreza se ofrece como un nuevo campo experimental en el que la tradicion popular y la culta se funden para configurar un genero al que bien podriamos calificar de contracuento (p. 82). Mateo Diez, que no gusta de los cuentos con moraleja y contrahace el cuento fantastico, subvierte en este relato las reglas tradicionales del cuento y busca en las tecnicas de la novela elementos que fundamenten la fabula en el mundo real. De otro lado, la triada de los cuentos folcloricos, compuesta aqui por la fotografia de las tres caras de la protagonista Abisinia (nina, mujer madura y anciana) recrea “el tricipite temporal clasico de las caras de la prudencia” (p. 87). En conclusion, este contracuento, que es tambien contravida de Abisinia, pone las tecnicas del relato folclorico, fundidas con la tradicion clasica, al servicio de un cuento con ambicion novelesca (p. 97)