El articulo gira en torno a la necesidad de comparar la tradicion textual manuscrita y la impresa de una misma obra. El estudio de esa transicion exige detenerse en varios apartados. 1. La coexistencia de escritura e imprenta proporciona textos hibridos, en algun caso libros impresos continuados de forma manuscrita o con huecos para iniciales a mano. Se prosigue con la tradicion de las anotaciones marginales. Se llegan a copiar a mano libros impresos, como sucede con la Carcel de amor o se continua la tradicion manuscrita hasta epoca moderna, como puede ser el caso del Libro de buen amor; 2. La imprenta comporta diferencias importantes. En algunos casos los libros impresos coinciden fielmente con la tradicion manuscrita, como sucede con los tratados cientificos o juridicos, pero en otros muchos los textos se revisan. En este ultimo apartado, Deyermond recuerda el caso extremo de El Conde Lucanor de Argote, pero tambien los cambios radicales sufridos por la ficcion caballeresca y sentimental, como ocurrio con el Tristan de Leonis de 1501. En un termino medio pueden quedarse los cambios formales que suponen division en partes, capitulos, adicion de rubricas, etc., cambios que ya hacian los copistas, pero que ahora se vuelven mas sistematicos. En otros casos hay obras que han sobrevivido en la tradicion manuscrita agrupadas y pasan a la imprenta aisladas, como la Doncella Teodor, pero tambien puede darse el fenomeno inverso. Para concluir destaca la necesidad de hacer un estudio de las primeras ediciones eruditas de obras, como El conde Lucanor, y el necesario registro de obras medievales espanoles que existen en manuscrito y en ediciones impresas hasta mediados del siglo XVI, como base para estudios mas detallados
Lugar de publicacion original: Salamanca