La creencia de que en los tiempos celtibericos una ardilla podia atravesar la peninsula sin bajarse de los arboles se torna presente en Valdemadera segun tradicion que viene de los abuelos, tal como recuerda Valentin. Antiguamente –cuentan– “podia subir un hombre desde el pueblo hasta la cima del Alcarama, de rama en rama y sin bajarse de las carrascas”. Como ocurre con muchas leyendas es muy probable que un poso de realidad haya en tal afirmacion. En la actualidad el paisaje cercano a Valdemadera parece algo estepario pero se ven algunas laderas cubiertas de carrascas y algun roble; con el paso del tiempo y el abandono de pastos y campos de cultivo, el matorral se impone por doquier y jovenes brotes de carrascas o encinas empiezan a colonizar los terrenos llecos. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui