La figura del tonto en la literatura ha servido de excusa no solo para provocar la risa, sino para plantear en tono distendido cuestiones elevadas, en forma de sentencias o reflexiones. En el articulo se recorren diferentes tratamientos de esta figura desde la Edad Media al Quijote. Por lo que atane a esta base, interesa la mencion al ribaldo, tanto al origen etimologico del nombre como a la figura del personaje en el Zifar, al igual que la mencion al termino “sandio”, frecuente en textos medievales. Del recorrido concluyen los autores que la figura del tonto-listo, eco de un tipo folclorico, sirve para reir, pero tambien para reflexionar sobre nuestra propia condicion
Lugar de publicacion original: San Millan de la Cogolla