Lacarra analiza la editio princeps del Conde Lucanor a la luz de su contexto cultural de aparicion, o sea, la Sevilla del ultimo tercio del siglo XVI. En primer lugar, la estudiosa compara la principe con su segunda edicion (1642) y con un ejemplar “restaurado”, procedente de un anticuario argentino, cuyas particularidades siguen siendo un enigma, puesto que la portada y el colofon, unicos elementos que se distinguen de los demas ejemplares, no resultan registrados en ninguna bibliografia. Se trataria, pues, segun Lacarra, de un ejemplar “defectuoso, arreglado o completado burdamente”. En la segunda parte del estudio, analiza la edicion sevillana desde su estructura (paratextos, numero y orden de los ejemplos, separacion del marco dialogado de la narracion, etc.) hasta el propio texto (se mencionan algunos cambios en los cuentos y en los versos finales de cada ejemplo). Por ultimo, Lacarra llega a la conclusion de que si bien su edicion no fue el resultado de una operacion muy filologica, no se puede negar la importancia de su labor, ya que los escritores aureos pudieron leer a don Juan Manuel gracias al texto sevillano y siempre gracias a ese impreso el Lucanor pudo conocerse en Alemania, Francia, Inglaterra, etc
Lugar de publicacion original: San Millan de la Cogolla