Aragues se centra en el Arbre exemplifical, apendice del Arbre de ciencia, que ofrece numerosas claves a proposito de la evolucion del exemplum luliano. En el texto confluyen algunas formas ya ensayadas por el autor (ejemplos verosimiles, fabulas) con otras narraciones de aspecto mucho mas original, protagonizadas por personificaciones de todos los entes, materiales (el escudo, la espada, la rosa, la pimienta, etc.) o espirituales (desde las figuras geometricas a las dignidades divinas), del Arte («ejemplos artisticos»). La eleccion de esa modalidad narrativa parece, asi pues, dictada unicamente por las necesidades especificas de su propio marco discursivo. Esos cuentos se presentan alli de manera desnuda, sin sujecion a un marco novelistico o discursivo, al modo de un ordenadisimo instrumentum al servicio del lector. El Arbre exemplifical desborda asi su intencion inicial (la iluminacion del Arbre de ciencia), para erigirse en un repertorio de formas preparadas para su insercion en cualquier discurso. Esas formas, ademas, se ofrecen como modelos para la creacion de nuevas secuencias, confirmando el caracter experimental e inacabado que ostenta tantas veces la literatura ejemplar del Beato