Este trabajo muestra las divergencias en el tratamiento medieval del simbolo de la perdiz. Los bestiarios heredaron la antigua exegesis cristiana que asignaba a la perdiz una valoracion simbolica negativa, diabolica y heretica. Sin embargo, las connotaciones negativas se pierden al convertirse la perdiz en simbolo de la ingenuidad en las Fabulae de Odo de Cheriton, asi como en su traduccion espanola, el Libro de los Gatos (concretamente, en el «Enxienplo del Cacador con las Perdices») y en un ejemplo de El conde Lucanor («De lo que contescio a un omne que tomava perdices»). Y es que estas obras parecen beber, mas que del Occidente cristiano, de la tradicion oriental. El Panchatantra recoge un cuento centrado en la ingenuidad de una perdiz, protagonizado ademas por una liebre y un gato, que Juan Ruiz mostro conocer en el Libro de buen amor. La misma narracion aparece en las traducciones arabe y espanola del Panchatantra (Kalilah wa Dimnah y Calila e Dimna), si bien la perdiz es sustituida en ellas por otras aves. Por ultimo, el hecho de que el «Enxienplo del Cacador con las Perdices», del Libro de los Gatos, no amplifique la moralizacion final con respecto a la fuente y reduzca su desarrollo narrativo —practica contraria a lo habitual en esa primera parte de la coleccion— refuerza la hipotesis de que la traduccion espanola pudo haber sido efectuada desde un manuscrito desconocido de las fabulas de Odo de Cheriton. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui
Lugar de publicacion original: Torino