El autor analiza la huella oriental en el Libro del Cavallero Zifar y se centra en tres casos significativos: 1) La estructura inicial de la obra; 2) Los discursos de los personajes (“El principe y la tormenta”) y 3) Los comentarios del narrador (“El lobo y el carnero”). Los dos ultimos corresponden a ejemplos utilizados en parte de la trama influida por las Mil y una noches, por lo que todos ellos estan relacionados contextual o tematicamente. En primer lugar, Cacho Blecua repasa los puntos en comun entre la historia de Zifar y su familia y el cuento de “El rey que lo perdio todo” para concluir que, del mismo modo que resulta convincente la influencia oriental, el autor del Zifar tambien ha incorporado incidentes similares de la leyenda de Placidas-Eustacio, junto a motivos procedentes de otros relatos hagiograficos y de la tradicion cuentistica y caballeresca. Esta amalgama de materiales recuerda a la compilacion transmitida en el manuscrito escurialense h-I-13. El cuento de “El rey que lo perdio todo” corresponde al tipo 934, con amplia difusion en la tradicion folclorica oriental. Sin embargo, en la version medieval se ha evitado el tema de la “prediccion acertada del futuro” y se ha sustituido el Hado por el poder de Dios para evitar un tema espinoso desde el punto de vista ideologico. Por ultimo, analiza el cuento de “El lobo y el carnero” que reaparece mas tarde en una carta de Benahatin, Ibn al-Jatib de Loja. Cacho Blecua concluye que el Zifar nace en un cruce de culturas, posiblemente en Toledo, lo que explicaria las huellas visibles de la tradicion narrativa oriental, acomodada y reelaborada para adecuarse a nuevos contextos culturales e ideologicos
Lugar de publicacion original: Granada