Resume la historia y el funcionamiento de la catedral de Toledo a finales de la Edad Media: desde sus artifices, sus espacios (Escuela Catedralicia, Biblioteca Capitular) y los estudios que se desarrollaban alli, hasta el “nivel cultural” de los capitulares toledanos. La autora da noticia de las bibliotecas particulares de algunos de sus canonigos. En la de Juan Fernandez de Mora se hallaba un Libro de Alexandre y otro libro que es digna calima, “en el que creemos reconocer al Calila e Dimna” (p. 382). Otro de ellos, sin embargo, Gonzalo Sanchez, guardaba entre sus colecciones de libros juridicos algunas recopilaciones de sermones y vidas de santos como la Legenda Aurea (p. 383)
Lugar de publicacion original: Cuenca