El retroceso de la tradicion oral en el siglo XVIII hace que los cuentos folcloricos se desplacen en dos direcciones, por un lado al mundo rural y por otro al mundo de la infancia. La cultura popular de tradicion oral queda relegada a publicaciones periodicas o de cordel, a las que Lada Ferreras anade las miscelaneas, donde llegan los relatos folcloricos, bien procedentes de la tradicion oral, bien traducidos o adaptados de otras publicaciones anteriores, como prueba en su analisis de El no se que por no se quien (1793-1795) de Roman Hernandez. En la parte primera se incluyen: “El avariento”, motivo K 1618 (Hijos, falsificando el testamento del padre, enganan), “El padre y los tres hijos”, tipo 920B, “El paisano y el mastin”, tipo 178a (Llewellyn y su perro), “Las dos chinelas”, tipo 735C; en la parte segunda se incluye “El crimen castigado por si mismo”, tipo 763 (Los descubridores de un tesoro se matan entre si); en la parte tercera, “La amistad”, tipo 893 (El medio amigo), “Los remordimientos”, proximo al tipo 780C (La cabeza del cordero) y “Los tres hermanos de Bagdad”, proximo a un cuento de Las Mil y una noches
Lugar de publicacion original: Leon