Analisis de las dos traducciones medievales del Decameron, el manuscrito escurialense y el impreso (Sevilla, Ungut y Polono, 1496), para adentrarse en la recepcion castellana de la obra. El primero contiene una traduccion incompleta, pero no por mutilacion o perdida de folios, puesto que ya en el incipt se anuncian 59, aunque en realidad solo hay 50. A esto se suma que las cincuenta novelas se presentan en sucesion discontinua, con saltos y alteraciones que modifican la secuencia de las novelas en el texto original. La cuidada arquitectura estructural elaborada por Boccaccio se desvirtua y destruye en esta traduccion. El impreso, en el que si se contienen las cien novelas, se reimprimio varias veces a lo largo del XVI hasta la prohibicion en 1559, pero las 100 novelas no aparecen ordenadas en diez jornadas, sino que hay una unica numeracion correlativa y, por lo tanto se produce tambien la perdida de la cornice; otros cambios son la ausencia de IX, 5 y la aparicion en el puesto 73 de un texto original. Frente al caos textual de los textos castellanos, la traduccion catalana, terminada en 1429, es completa, respetuosa y fiel. La conclusion de Conde es que los traductores castellanos no entendieron la propuesta literaria que Boccaccio hacia y convirtieron la obra en un mero centon de cuentos, como si fuera un ejemplario, pero reflejaron el mundo intelectual y literario de la Castilla del XV
Lugar de publicacion original: Noia (A Coruna)