Parte de una similitud entre tres personajes femeninos, Tarsiana, Teodor y la madrastra del Sendebar, que, gracias a su habilidad verbal, se defienden en un mundo masculino. Las dos primeras tienen mucho en comun (fueron vendidas como esclavas) y en ambos casos hay un personaje masculino que ejerce una labor protectora sobre ellas, casi paternal: el mercader, en el caso de Teodor, y Antinagora, en el caso de Tarsiana. Ambas historias parecen variantes de una misma estructura folclorica. La madrastra del Sendebar, a diferencia de las anteriores, es malvada, pero tambien se enfrenta con su facilidad verbal a hombres mas experimentados
Lugar de publicacion original: Newark, Delaware