El autor analiza el papel de Azorin como introductor y divulgador de la historia literaria, aunque no con una critica rigurosa sino altamente personal. Se centra en sus articulos sobre El conde Lucanor, publicados en 1913 en La Vanguardia en cinco partes: la primera incluye “Un retrato imaginario” y “Don Rodrigo” (ejemplo 18); la segunda, “Va hede ziat Alhaquime” (ejemplo 41) y “Don Cuervo y don Raposo” (ejemplo 5); la siguiente, “Don Illan, el magico” (ejemplo 11); la cuarta “La raposa mortecina” (ejemplo 29), y la ultima “Valor y riesgo de los consejos”, a manera de epilogo. Aunque estos articulos pueden estar cercanos a la critica, el autor considera que se conforman como obra literaria. Si desea consultar la version electronica de este articulo, pulse aqui