Deyermond expone inicialmente su punto de partida: en la Edad Media los hombres creian que las mujeres poseian un fondo de secretos que les daba poder sobre los hombres y, al mismo tiempo, recelaban de los saberes peligrosos del Oriente. Con esos presupuestos rastrea el tema de los saberes prohibidos en el Libro de Apolonio, El Auto de los Reyes Magos, los Siete Sabios, el Manual de mugeres y la Celestina y se detiene tambien el “Cuento de don Illan” y en la figura de Enrique de Villena. Concluye que los saberes secretos desempenan una gran variedad de papeles en la literatura medieval, pero son caracteristicos de grupos marginados (mujeres, judios y moros) y se emplean a menudo para subvertir la macrosociedad dominante
Lugar de publicacion original: Granada