La novela La princesa manca es un claro ejemplo de texto ambivalente que puede leerse como una obra infantil o como literatura para adultos. La obra revela lazos con un amplio corpus narrativo que abarca varios siglos y paises, tradiciones y civilizaciones diversas, aunque el autor se centrara en su articulo en las concomitancias con el Sendebar. Entre los puntos en comun destaca: la trama iniciatica y el modelo cortesano, el conflicto entre un rey y su vastago, la importancia de los consejeros, el uso del marco narrativo, etc. Nada demuestra, sin embargo, que exista una relacion directa entre ambas obras. Gustavo Martin Garzo hace una relectura de una tradicion narrativa que incluye, entre otras formas, la cuentistica medieval, el folclore o los cuentos maravillosos. El uso que se hace de la narracion marco y de otros motivos no es una imitacion servil sino una actualizacion de la tradicion, de la que se distancia por claras diferencias: el marco narrativo del Sendebar es estatico, mientras que el de La princesa manca es evolutivo, las historias intercaladas tienen un peso y una funcion totalmente diferentes y los relatos son mucho menos funcionales y carecen de la misma economia narrativa que descubrimos en todo cuento medieval. En resumen La princesa manca supone una relectura de una amplia tradicion a la luz de la narrativa contemporanea