Alude a una divinidad marina, protagonista de cuentos en el folclore italiano, turco y griego, que se agrupan en torno al tipo 898*. En algunas versiones se trata de un maniqui de una adolescente, arrojado a las aguas por una anciana sin hijos, objeto que acaba humanizandose y siendo reemplazado por una divinidad marina. Otras versiones son mas escatologicas y se inician cuando una vieja arroja a las aguas un orinal lleno de excrementos y de ahi nace la hija del mar. La autora relaciona estos cuentos con las divinidades marinas, bien conocidas en numerosas tradiciones, como Dona Marinha o Julnar-de-la-Mer, heroina de Las Mil y una noches, que se caracterizan por su mutismo, pero la hija de Thalassa es indomable y finalmente recupera la voz cuando reconoce su ascendencia sobrenatural. Si desea consultar un resumen de este trabajo, pulse aqui