Desde el triunfo de la Revolucion Francesa (1789), los acontecimientos politicos ocupan un importante lugar en la vida cotidiana, y la nueva situacion suscita otros habitos de lectura. Gracias a la libertad de prensa recien conquistada, los escritores pueden contribuir con sus textos al desarrollo del debate politico y reflexionar sobre aspectos relacionados con la separacion de los poderes, el nuevo sistema constitucional, los derechos del hombre o la crisis de los Estados Generales. A menudo considerado como el simbolo de la literatura frivola del Antiguo Regimen, el cuento se hace eco de estos acontecimientos politicos y disfruta, a pesar de las reticencias de los revolucionarios, de un exito popular indudable. La finalidad de este articulo es mostrar como el cuento durante los anos de 1789 a 1793 constituye el soporte politico adecuado para ilustrar y ensenar al pueblo, para regenerar la nacion, crear un hombre nuevo y canalizar adecuadamente la energia revolucionaria. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui