En la Edad Media no era extrano que los copistas, al transcribir obras didacticas, doctrinales y apologeticas, aprovecharan los espacios en blanco para anadir algun relato, bien como argumento para confirmar lo escrito, bien para corregir fallos o lagunas del modelo, bien para ampliar la narracion copiada. Son manifestaciones de esta conducta el ejemplo 28 del Libro de los gatos, el ejemplo de “El fisico y el rey” del Vergel de grand consolacion, el de “El medio amigo” de los Castigos de Sancho IV, el de “Las bodas de la hija del diablo” del Libro de los exemplos por abc, entre otros. La imprenta amplio las posibilidades de estas intercalaciones, y ahora son los editores los que se encargan de ello, como ocurrio con el Ysopete historiado o con las cuatro fabulas anadidas a la edicion de Burgos del Exemplario contra los enganos y peligros del mundo. En este trabajo se analiza especificamente el manuscrito 4236 de la Biblioteca Nacional de Madrid, que incluye, entre otras obras, el ‘Apologo del filosofo que fue a una huerta a cortar verduras’, fragmento que se transcribe. Por su actitud ante la Providencia Divina en las palabras de un siervo parece conveniente insertarlo en la tradicion de las fabulas esopicas (concretamente la Vida de Esopo). Finalmente, los dos ultimos folios de este manuscrito contienen una fragmentaria descripcion de Merida (modelo de laus urbis), que procede de la Cronica del rey don Rodrigo o Cronica sarracina, con la que estos folios coinciden. El contenido de ambos pasajes los hace adecuados para ser usados como ejercicios escolares para practicar la descripcion retorica. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui