La singularidad del primer cuento del Sendebar, protagonizado por una mujer honesta, ha hecho que la critica le haya prestado gran atencion. Hernandez Esteban pensaba que en el se planteaba una analogia “entre la situacion del marido que sospecha de su esposa y el rey que sospecha de la culpabilidad de su favorita”, pero, como ya senalo Ruffinatto, en este momento el rey no sospecha de su favorita. Aun interpretando correctamente la intencion del cuento, -que no es otra que advertir al rey contra una reaccion impulsiva-, sigue planteando dificultades (Taravacci). La protagonista femenina de esta historia solo es parangonable con la madre del infante (“cuerda e entendida”), cuyo buen consejo facilita su concepcion. El analisis de Kantor es acertado parcialmente, ya que no tiene en cuenta, a juicio de Luongo, que la historia es realmente un ejemplo doble: la primera parte muestra un error del soberano, corregido por la mujer gracias al libro; en la segunda el error del marido se soluciona con un exemplum metaforico. A semejanza de ambos personajes del cuento, rey y marido, tambien Alcos en el marco es victima de una pasion incontrolable (la “sana”). El rey, tras reflexionar, reconoce su error moral, el marido reconoce su error de juicio, en ambos casos gracias a textos similares (disposiciones juridicas o parabolas). Alcos, por su parte, debe evitar caer en el error. El cuento 1 puede sintetizarse, concluye Luongo, bajo la formula: “L’accertamento della verita consente di rimediare a errori di cui ci si potrebbe altrimenti pentire” (p. 145)