La Biblia es una de las principales fuentes de la prosa homiletica y moral medieval, omnipresente en la practica de la predicacion vulgar, en los sermones, reflexiones sobre pasajes biblicos, etc. Entre los recursos retoricos que mas gustaban al publico se encontraban la platica y los exempla, constituyendo el texto biblico una fuente de autoridad y un modelo etico de conducta. Bizzarri profundiza en la presencia biblica en los tratados morales y apologeticos post-lateranenses en los que la sucesion de argumentaciones y el entretejido de auctoritas y exempla constituyen el entramado discursivo en el que la Biblia aparecera una y otra vez como una de las fuentes de reflexion (p. 223); y en el Arcipreste de Talavera o Corbacho donde se produce una sintesis de tradiciones: la tratadistica moral, la apologetica y el discurso homiletico. Finalmente, se analiza su presencia en los tratados politicos como los espejos de principes, deteniendose en los Castigos del rey don Sancho IV (1292) que ejercieron una gran influencia estilistica en los regimientos de principes

Lugar de publicacion original: Madrid