La historia de Pigmalion permitio a los mitografos comparar la funcion creadora del personaje legendario, capaz de concebir seres animados y racionales, con el poder de los dioses. No se trata este, no obstante, de un testimonio aislado, sino que se inserta dentro de lo que se ha llamado «amor a las estatuas», tambien conocido como «pigmalionismo» o mas frecuentemente como «agalmatofilia»: se conservan otras narraciones de la Antiguedad que mezclaban igualmente estetica, magia y habilidad tecnica, referidas sobre todo a Praxiteles y a sus mas famosas esculturas: la Afrodita de Cnido y los Erotes de Pario o Tespias. En la Edad Media la agalmatofilia se convirtio en un modelo apologetico para disertar acerca de los peligros de la idolatria y de las fabulas paganas, en un exemplum moralizante y en una glorificacion del genio. En este proceso se pasa del epitome clasico de la «imagen viviente» a la Imitatio Creatoris responsable de un deus artifex, donde se refleja la del divino demiurgo cuya creacion es una obra de arte perfectamente bella. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui