“(...) el sermon una categoria ligada estrechamente a sus posibilidades de recepcion (por un auditorio, en un contexto pastoral), en la que prevalece, sobre otras consideraciones, el principio de eficacia religiosa. Tan riguroso me parece este axioma que los componedores de sermones echaran mano, en cada circunstancia, de materiales en verdad heterogeneos pero utiles para sus fines.” (p. 247). El sermon es, pues, un texto breve, que depende de fuentes que son, asimismo, microtextos a los que se le atribuye una funcion predicatoria: exempla, auctoritates, similitudines, proverbios, refranes... En la construccion del sermon se toman unicamente aquellos elementos que pueden desplazarse y reorientarse hacia sus intereses pastorales: “una breve autoridad biblica se desarrolla hasta constituirse en relato; un exemplum se adelgaza hasta reducirse a mera cita; un pasaje testamentario, con las adecuadas recreaciones, deviene un entreacto dramatico, al igual que puede ocurrir, en las manos de un habil predicador, con una escena cotidiana o incluso con una simple frase, tal vez sentenciosa, escuchada en la calle…” (p. 250). “Abundan los ejemplos de este planteamiento extremo en la seccion De diversis del codice 1854 de la Biblioteca Universitaria de Salamanca, con un muestrario de casos que oscilan del “corta y pega” a una elaboracion mas compleja.” (p. 248)