Por los comienzos del siglo XX Publio Hurtado, en sus Supersticiones Extremenas, recogia una leyenda sobre un fabuloso dragon, conocido como “el drago”. Era enorme (de hecho, con sus huesos se construyeron las vigas de prensar de todos los lagares de la comarca) y maligno. Fue engendrado mediante el ayuntamiento de la cueva denominada Horno del Drago y la Pena Picuda, una roca de connotaciones falicas que se halla en sus proximidades. En este mito o leyenda esta la justificacion de ciertos despoblados extremenos, como Diganzales o Valdepalacios. Otros tradiciones hablan de la existencia de lobos carnivoros, viboras, hormigas, insectos o escorpiones asesinos, desapariciones de ninas a causa de un enorme macho cabrio, de beber agua envenenada (de la ‘Fuente de los Muertos’), o ver un hombre con una vaca, de desobedecer al zahori... Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui