En este trabajo se revaloriza la figura de Bernardo de Claraval, como el verdadero motor del espiritu de toda una epoca, el que arrastra a los hombres hacia la gran empresa en Oriente. En ese momento ya tenia mas de 60 anos pero fue el mismo Papa el que le encomendo la tarea por la santidad de su empresa y por la gracia divina que se atribuia a su intervencion. Para explicar sus objetivos, escribe una apologia de la Cruzada, el De consideratione, cuyos cinco libros dedica a Eugenio III. “El escrito constituye la plasmacion de la idea de Cruzada en san Bernardo y, para nosotros, la medida del grado de protagonismo bernardino en las empresas militares en Oriente.” (p. 17). Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui