En el Libro de la Orden de Caballeria la figura del caballero se justifica por dos intenciones: la primera se basaba en el restablecimiento de la justicia en poder de Dios; la segunda postulaba la necesidad de practicar todo aquello que contribuyese a recuperar la honra y el orden. Por eso, cualquier caballero que actuase de forma contraria a este orden no podia ser un autentico caballero, concebido como un oficio de gran nobleza y que agradaba mucho a Dios; el caballero era elegido entre grupos de 1000 hombres, de los cuales se escogia al que tenia todas las capacidades en el manejo de las armas y todas las virtudes del espiritu. El Libro de la Orden de Caballeria venia a ser un manual para adoctrinar a los aspirantes a caballeros usando como mecanismo de castigo los llamados exempla; el exemplum luliano siempre es realista, a pesar de no pretender tener valor de documento historico. Ademas, la caballeria estaria orientada al servicio de la fe cristiana porque su meta principal era luchar contra los infieles. Las virtudes de un buen caballero eran siete: fe, esperanza, caridad, justicia, prudencia, fortaleza y templanza, lealtad, largueza y gentileza. Con ellas, el caballero tenia funciones coercitivas y de naturaleza defensiva, debia mantener la armonia con todos los oficios existentes, ser rico, para conservar en buen estado su equipamiento, y obediente con los clerigos, quienes, junto con los caballeros, constituian los mas honrados oficios del mundo. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui